HOMBRES SEXUALMENTE EFICIENTES
Hoy, en la segunda década del siglo XXI muchos hombres son muy presuntuosos sobre su actividad sexual; en realidad, mientras más hablan menor es su actividad. Las veces que logran el encuentro deseado su permanencia en el acto es en extremo fugaz.
La queja más común de las mujeres es que los hombres están ansiosos por penetrar, lo que les acarrea una eyaculación precoz. Que ellos no se dan tiempo para sentir las caricias. Tampoco conocen la adecuada estimulación femenina. Afirman que ellos les tratan como si fueran un falo. Ellas se sienten frustradas porque sus parejas no tienen presencia el momento del encuentro, sus cabezas están en otro lado. Es muy probable que no hacen el amor con ellas sino con las imágenes de la pornografía.
Los hombres no han aprendido sobre la sexualidad femenina, ellos fabrican un sexo de rendimiento, rutinario y mecánico. Se limitan a usar el mismo guion de siempre: Besos, en las ocasiones que hay, frotación a los pezones, sexo oral para ella, luego para él y enseguida la penetración de vaivén que no les toma más de quince segundos. Actúan como un taladro sexual.
Tanto hombres como mujeres están alienados por el sexo que venden los medios, en él no hay naturalidad, ni contacto corporal verdadero. No son los cuerpos los que dialogan entre sí, son las mentes y los conceptos que lleva a los amantes a tratar de cumplir el “performance sexual”. La rutina inconsciente y mecánica conduce a la perdida de interés sexual, a penas se centran en lograr la eyaculación masculina, aunque no haya orgasmos.
El sexo no se hace, este fluye solo, pues es natural y es espontáneo si dejas que se manifieste desde su propia esencia. Te motivo a dejar las estructuras, poses y mentiras que te han contado. Enfócate a sentir tu placer y déjalo fluir, sin metas sin expectativas. No hagas nada. Tu cuerpo es más sabio que tú. Mientras más espontáneo y natural sea, mayor será su satisfacción. Algunos consejos para lograr naturalidad y espontaneidad.
- Olvídate de todo lo que has aprendido. Déjate llevar por el cuerpo.
- Aprende a disfrutar y a sentir la caricia. Si tú no sientes placer al acariciar, tu pareja tampoco sentirá tu conexión.
- No estimules los puntos erógenos sensibles de la mujer, eso acelera tu eyaculación. Entrega caricias sutiles sin quedarte en ellos. El órgano más importante en el encuentro sexual es la piel. Abre tu piel para que puedas sentir la de tu pareja, absorbe su esencia a través de toda tu epidermis.
- La mujer no es el objeto que necesitas para eyacular, ella necesita ser venerada y amada para lograr desligarse de todas sus actividades y memorias que le impiden abrirse totalmente a la sexualidad.
- Las mujeres deben comunicar sinceramente lo que les gusta y lo que no. Son ellas las que deben llevar el timón del encuentro. Ritmo, presión, tiempo y direcciones.
- Las mujeres deben aprender sobre su lenguaje sexual y no delegar su sexualidad a sus parejas, quienes no irán muy lejos en sus encuentros sexuales. Ellos buscan información en los medios, en donde poco puede aprender sobre sexo consciente. Mi recomendación es seguir el Método Aoma sobre sexualidad.
- Poner mucho entusiasmo y atención plena en disfrutar con todos los sentidos: olores, sabores, sensaciones con el tacto, aprender a besar de cuerpo entero, delinear las figuras con las manos, con los ojos, con la boca. Activar los sentidos ayuda a una conexión más profunda y sensual.
- No recurrir a los consejos del internet, el 90% es contradictorio a lo que estás esperando. El Kamasutra no es una guía sexual adecuada, olvida el potencial sexual de la mujer.
- Los pechos de la mujer son muy importantes, sin embargo, hay que aprender a acariciarlos para activar los fluidos y hormonas sexuales; de lo contrario, provocan la eyaculación precoz.
- El clítoris es importante, pero no es el punto mágico. Este engaña, no logra la apertura deseada solo enerva el sistema sexual que lleva al pseudo orgasmo. Deja a la mujer insatisfecha y le distancia cada vez más de la penetración.
- Penetración es una palabra que debemos cambiarla por el “abrazo vaginal”. Cuando la vagina deja de ser pasiva para tomar acción en esta alianza al abrazar al pene, tiene la intención de recibir en total apertura al hombre. En ese lazo el pene es pasivo y se deja envolver al sentir el espacio sagrado y más íntimo de la mujer. El hombre pierde la noción de las cosas externas e internas, se deja envolver en la sensualidad y erotismo, se deja llevar por la embriaguez sexual para desembocar en un verdadero orgasmo y no en un simple espasmo orgánico.